BUFÓN

Al terminar de escribir
no era escultura ese barro
que a todos hizo reir,
sino un viento rebozado
de un bufón muy enojado
¿Qué pretende este infeliz?.
Ni siquiera el cementerio,
lapidario monasterio,
acogió su prosa en serio.
Los difuntos se negaron
a guardar sitio al finado,
y las tumbas se burlaron
de aquel bufón confiado.
M.A.W. 28-8-04®
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